En la introducción de «Cómo se cuenta un cuento», el Premio Nobel Gabriel García Márquez alude al poder simbólico que una imagen puede encerrar. He aquí un extracto, palabras del Gabo de las cuales pueden extraerse lecciones precisas
El otro día, hojeando una revista Life, encontré una foto enorme. Es una foto del entierro de Hirohito. En ella aparece la nueva emperatriz, la esposa de Akihito. Esta lloviendo. Al fondo, fuera de foco, se ven los guardias con impermeables blancos, y más al fondo la multitud con paraguas, periódicos y trapos en la cabeza; y en el centro de la foto, en un segundo plano, la emperatriz sola, muy delgada, totalmente vestida de negro, con un velo negro y un paraguas negro. Vi aquella foto maravillosa y lo primero que me vino al corazón fue que allí había una historia. Una historia que, por supuesto, no es la de la muerte del emperador, la que está contando la foto, sino otra. Se me quedó esa idea en la cabeza y ha seguido ahí, dando vueltas. Ya eliminé el fondo, descarté por completo los guardias vestidos de blanco, la gente… Por un momento me quedé únicamente con la imagen de la emperatriz bajo la lluvia, pero muy pronto la descarté también. Y entonces lo único que me quedó fue el paraguas. Estoy absolutamente seguro de que en ese paraguas hay una historia.
De modo que al Gabo lo cautivó alguna vez aquella posibilidad de historia encerrada en un paraguas negro. Lo cual da pie para enfatizar varias cosas:
- Las intuiciones llegan al corazón antes que al cerebro. Deben ser atendidas.
- Un gran montaje institucional, una ceremonia grave llena de gente adusta, puede ser un excelente escenario para desentrañarlo por partes, buscando un elemento que dispare la verdadera historia más allá de las instituciones, de las ceremonias… de los titulares de primera página.
- Un detalle puede ser el arranque, el percutor de la verdadera historia. Hay que aprender a halar el hilo de la madeja.
- La realidad que el periodista retrate debe ser significativa. Si el redactor lo hace bien, esa porción de realidad desentrañará, o ilustrará, una trama mayor.
- Estamos hablando de historias verídicas nutridas de datos comprobados, porque como dice el propio Gabo en una entrevista para The Paris Review, hay una sustancial diferencia entre periodismo y literatura de ficción: «En periodismo, un solo hecho falso perjudica toda la obra. Por el contrario, en la ficción, un solo hecho verdadero da legitimidad a toda la obra».
Cómo se cuenta un cuento es un libro que no se consigue en Venezuela pero, en todo caso, se trata de un resumen de sus conversaciones con aspirantes a guionistas en un taller organizado en México.
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