Esta es la cuadra donde te compran oro, euros, dólares, plata. He aquí una crónica de esta zona tomada por la propaganda pertinaz del Gobierno bolivariano. Pero también por ahí pululan los sobrevivientes de cierta ciudad desalmada, gente que no es oficialista ni opositora sino todo lo contrario
Esta es la cuadra que concentró varias expropiaciones en racimo, de un solo golpe mediático, cuando andaban juntos por allí el Presidente y el alcalde del municipio Libertador hace un par de años. No es Manhattan ni la City londinense ni el Barrio Gótico de Barcelona; ni siquiera el centro bogotano. Es Caracas, la ciudad más violenta del continente si se exceptúa Ciudad Juárez. Pero un martes en la mañana, bajo un sol fresco y sin motos a la vista –no en esta cuadra frente al antiguo Congreso por el lado norte−, la ciudad muestra un rostro apaciguado, bostezando en el pescuezo a los viandantes, unos con cierta prisa, otros más bien aletargados. Ni un carterista intenta arrebatarte el Blackberry; puedes hacer todas las llamadas que quieras incluso frente a los señores de la esquina caliente, quienes ya desde temprano escuchan con fruición discos de Alí Primera: Cunaviche adentro.
Es la cuadra donde un camión de Pdval vende arepas todos los días a 8 bolívares, una verdadera golilla en estos tiempos. Claro que el camión le recuerda al hambriento que cada arepa disponible le llega gracias al presidente Chávez.
En Padre Sierra, la Alcaldía puso un tríptico para recordarle al transeúnte el valor histórico de la Plaza Bolívar y aconseja que “para lograr su mantenimiento y majestuosidad, se agradece cumplir con las normas del buen ciudadano…”. Uno de los frontales del tríptico está desfondado. En un ladito alguien escribió Te amo Edwins.
Hay una mujer joven barriendo las hojas de la otoñal cuadra. Vive en Catia y devenga el sueldo mínimo más cesta tickets. No quiere decir su nombre pero, según afirma, está contenta de su trabajo en la Alcaldía de Libertador. Una transeúnte se detiene a mirar unos murales que reproducen primeras planas de periódico. Se llama Laura Rodríguez y pertenece al club El Esfuerzo de La Pastora (así dicen su gorra y su franela). Le preguntan por ese caballero de la frase “Por ahora” que aparece en la página de periódico reproducida, con fecha 4 de febrero de 1992. “Ese señor nos trajo a nosotros independencia”, dice misia Laura. El club al que pertenece apoya a los miembros de la tercera edad de La Pastora.
Más allá, en plena plaza Bolívar, otra mujer entrada en años y en desparpajos se queda mirando a las palomas que picotean. Suspira: “Ay, tantas palomas aquí y no tengo ni una en casa”.
Pero la plaza Bolívar propiamente dicha será motivo, seguramente, para otra crónica./SN
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