Habermas fue lo de menos

Un micrófono para cantar, una copa para celebrar.

Un micrófono para cantar, una copa para celebrar.

La librería Lugar Común, cerca de la esquina de la autoescuela Rossini en Altamira Sur, es una convocatoria permanente al encuentro de ideas y emociones: talleres, presentaciones, lecturas, cine. Este sábado estuvieron Marta de la Vega y su hija Laura Guevara

 

Sebastián de la Nuez / Fotos: Oswer Díaz Mireles

Al final, después del vino y los aplausos y las canciones de Laura y los abrazos, Marta de la Vega recorrió el estrecho espacio de la librería Lugar Común llevando de la mano a Fernando Mires para que saludara a sus amigos venezolanos que habían concurrido al acto de presentación de Modernización y Democracia en América Latina desde la perspectiva de la razón comunicativa de Habermas. Desde la tableta en que estaba encerrado, Fernando Mires hacía lo que podía por saludarlos a todos.

Marta de la Vega Visval, filósofa y una de las personas que hace años fundó la librería Noctua, convocó este sábado a las 11:00 am en Lugar Común. Mires, ese politólogo chileno que ha seguido paso a paso el auge y ¿caída? del proceso bolivariano en Venezuela, pronunció las palabras de rigor vía Skype ya que se halla en una universidad alemana. Más que palabras de rigor, las palabras fueron un paseo por sus propias críticas al filósofo y sociólogo alemán Jürgen Habermas y referencias a la actualidad venezolana. La voz le salió cascada, eso sí, debido a la floja conexión con internet.

Mires más De la Vega más Guevara pusieron lo suyo en este encuentro. Laura Guevara, hija de Marta, cantó varias piezas con personalidad, con carisma, con cariño y con alusiones a Aldemaro Romero, entre otros autores.

De la Vega es una profesora muy querida y respetada en las universidades Simón Bolívar y UCAB, con 27 años enseñando; se especializa en Filosofía Antigua y Moderna; también en Estética. Su libro fue editado conjuntamente por Fundación Konrad Adenauer y Universidad Católica Andrés Bello. Laura Guevara estuvo acompañada por Alfredo Naranjo al teclado, David Peña al bajo y Alejandro Bautista en la percusión.

 

La hija canta, la madre palmea.

La hija canta, la madre palmea.