Rangel y Díaz Rangel en escena

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Uno observa a los señores José Vicente Rangel y Eleazar Díaz Rangel en Televen hoy domingo hablando de la guerra económica que se ha orquestado contra Venezuela desde el imperio y entiende el concepto de entelequia. Estamos hablando de José Vicente Hoy

 

 Sebastián de la Nuez

Fue a las nueve de la mañana. Un verdadero chapuzón en las aguas turbias del periodismo equilibrado. Nadan, JVR y EDR, en su Arcadia particular, lugar adonde acuden tradicionalmente los hombres para encontrar cura y sosiego a sus penas. Ambos llegan al ocaso de sus carreras arrastrando el trauma del converso judío. No son puros −pensarán muchos chavistas que les han seguido el paso y el pulso, sospechando de sus actos, recelando de sus opiniones− y por ello deben demostrar constantemente que son cristianos nuevos de verdad, sin rastro de contradicción.

Sí, uno fue ficha de Unión Republicana Democrática, una de las tres patas del Pacto de Puntofijo, y estuvo cerca de Jóvito Villalba, y disfrutó bastante de su curul en el Congreso, y salvó a Carlos Andrés Pérez de un juicio por el Sierra Nevada… Es el pasado, no hace falta rescatarlo; pero ahora, ¿acaso no ha dado suficientes muestras de amor al líder máximo, a la revolución, al Plan de la  Patria y todas esas cosas?

Díaz Rangel ha cosechado un vasto currículo de enfrentamiento al poder desde su labor gremial –sobre todo en la Felap, Federación Latinoamericana de Periodistas− o desde su militancia en el MAS-CNP o en la trinchera siempre prestigiosa de la Escuela de Periodismo de la UCV. Alerta ante la manipulación mediática de las agencias internacionales de noticias y medios que solo obedecen al dictamen del mercado o a la agenda del Departamento de Estado. No hay contradicciones pues ese sigue siendo su tema. Ya se lo dijo a Rangel en el programa. Sí, admite que está bien informado de todo, pero la economía no es su fuerte. Su fuerte es la libertad de prensa, los medios, la información periodística y sus valores como aceite de la democracia.

Por cierto, coincidieron ambos en que lo que el gobierno necesitaba hoy en día es un mejor manejo del asunto informativo. O sea… la compra de la Cadena Capriles más el misterio detrás de El Universal más la toma de Globovisión y el cierre de tantas emisoras de radio y todo lo demás, no ha bastado. Lo dicen ellos, gladiadores de la libertad de expresión.

 

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Díaz Rangel se aferra al mismo sonsonete de Nicolás Maduro y el tren ejecutivo en sus arengas: hay una guerra mediática contra el país. Lo malo es que el mundo ha cambiado tecnológicamente desde que EDR estaba en la Felap. El espectro de posibilidades comunicacionales hoy es amplio, variopinto, lleno de caminos verdes y redes sociales (ambos se refirieron a las redes con cierta inquina por su uso por parte de opositores).

Otra cosa: no encaja a gusto en la Arcadia que pintan Rangel & Díaz Rangel el hecho de que la Guerra Fría es el pasado, no existe más; las agencias internacionales no tienen las mismas facultades de antes y ni siquiera las mismas intenciones.

Siempre, o al menos desde la última etapa de la llamada Cuarta República, ambos periodistas/operadores políticos han practicado la crítica y la denuncia ante el poder; ahora su papel es, dadas las circunstancias, llamar a la calma y al optimismo –de eso se compuso el editorial de JVR hoy domingo: dijo que el año 2014 fue la oportunidad para que las instituciones venezolanas demostraran su “reciedumbre” y que ahora el país no debe dejarse arrastrar por el negativismo pues dispone de recursos de los que antes carecía.

En fin. Habría que ver qué entiende el doctor Rangel por instituciones que demuestran reciedumbre y recursos de hoy que antes no había.

Díaz Rangel debe ser un entrevistado difícil ya que a veces contesta casi con monosílabos; lo de hoy fue casi una autoentrevista, aun cuando EDR pudo, no sin cierto sufrimiento, esbozar algunas ideas, ayudado por extractos de sus columnas en Últimas Noticias que JVR le recordaba. Al principio habló vagamente de la guerra que tienen contra el país los “servicios internacionales de noticias” pero no especificó cuáles serían tales servicios. Al parecer, todo lo que no sea TeleSur –que el presidente Maduro alabó ayer tarde, apenas llegar, contando que sus emisiones lo habían mantenido informado durante su periplo, menos mal que existe TeleSur− podría encajar en ese segmento “servicios internacionales de noticias” sospechosos de tergiversar la realidad criolla.

Rangel inquirió si alguna vez ha podido darse en el mundo un ataque mediático como el que ahora sufre Venezuela. Por fortuna, Díaz Rangel halló fuelle para contestar que sí, que Velazco Alvarado, Allende y Castro habían enfrentado campañas similares. Y citó el caso de la desclasificación de documentos durante el mandato de Clinton sobre lo hecho por EEUU en Chile contra Allende.

Ahora bien, ¿cuál es la razón de esta andanada del imperio contra Venezuela? Pues que la revolución bolivariana tiene mucha ascendencia en América latina.

 

OTROS TEMAS

Hay cosas que están pasando, dijo Díaz Rangel en torno al desabastecimiento y las colas, que ya el “Alto Mando resolverá”; ya en un tono más tibiamente crítico, sobre las razones de la poca o nula productividad del país que le planteó el moderador del programa, aventuró EDR la falla en la adjudicación de divisas para los insumos que se necesitan, la falta de solución a los canales de comercialización y transporte y el problema de que algunas industrias (no todas, aclaró) o agricultores le hacen la guerra al gobierno. (También).

Al final, ambos coinciden: el de Maduro fue un viaje audaz. Sobre todo debe haber sido productivo el encuentro con Putin. Pero sí, ocurre una distancia indeseable entre lo que dispone Maduro, un hombre trabajador, que decide (se atrevieron a tanto como eso) pero a quien después no le siguen la corriente pues “los que deben ejecutar no ejecutan”.

¿Qué pasará por la cabeza de estos zorros viejos de la política y el periodismo mientras hablan en televisión? ¿Cómo es posible que no despierten una enorme manifestación de repudio a las puertas de Televen?

La palabra corrupción fue mencionada una vez en 40 minutos de conversación por EDR, de pasada. Díaz Rangel en cierto momento comparó a la Fuerza Armada frente a la oposición diciendo algo así como “ya vamos a hablar de la Fuerza Armada, que eso sí es una institución seria”. Ha estado al frente de un periódico obsequioso con el gobierno durante 14 años al menos y ha dicho casi al final esta frase: “Es que [el gobierno] no sabe vender lo que hace”.

El profesor Díaz Rangel, adalid de las luchas gremiales en Venezuela. El doctor Rangel, el hombre de las cinco patas del gato. Implacable defensor de la democracia y señalador de la corrupción durante años. No mencionó la palabra corrupción en este programa, sin embargo. ¿Cuándo lo hará?

Ambos se dan la mano. Ambos han quedado al final de sus vidas para desempeñar un papel servil, figuras de refuerzo en un set de cartón piedra. Ojalá encuentren en su Arcadia particular cura y sosiego a sus penas, a sus frustraciones. El problema es que son personas llenas de facturas por pagar y deudas por cobrar. Hablar en vano no concilia sus balances.