Este domingo a las once Los Galpones se anima con carritos de bebé, padres risueños, una oferta visual en el jardín y en cada galería. Los Galpones es un recinto en Los Chorros donde los caraqueños se refugian del salvajismo; de paso, observan obras de arte contemporáneo que les sorprenden y les hacen pensar que no todo está perdido
Sebastián de la Nuez
La librería Kalathos ofrece charlas o bautizos, libros o café, cosas que regala y/o vende por separado o todo a la vez, según el caso; la galería de Adriana Meneses, algunos pasos más allá, objetos bellos y obras más o menos raras.
Hay galerías, como Oficina #1, que apuestan por los nuevos valores: como por ejemplo, en estos días, Iván Candeo con sus imágenes en secuencia y Ernesto Montiel con mallas, garabatos automáticos y superficies articuladas. Antes o después, según se mire, Espacio Monitor, donde un individuo que insiste en llamarse Miguel (de hecho, se llama Miguel de nombre y Miguel de apellido) anda como pavo real de un lado al otro, ufano por haber contribuido a bendecir Caracas con una colectiva extraordinaria. Han estado un año en el trajín de montarla, así de difíciles están las cosas en este país. Para explicar esta colección debe decirse, primero, que la constituyen obras reproducidas un número limitado de veces. Son un producto de manufactura gráfica a partir del trabajo y de la supervisión del autor. La muestra se denomina Múltiple / Polígrafa Obra Gráfica.
La inauguración sucedió este domingo 22 de febrero. El montaje ha sido posible por un entendimiento entre Miguel y una empresa catalana que se dedica al arte y se llama Polígrafa Obra Gráfica, allá en Barcelona de España. Vean su página web, que es muy bonita.
Polígrafa Obra Gráfica fue fundada por Manuel de Muga en 1964 y desde entonces ha colaborado con más de 300 artistas. Mediante el entendimiento con el curador Miguel Miguel y galería Espacio Monitor, se trajeron −o, mejor dicho, están representados− quince artistas de varias generaciones de once países de Europa y América. La contemporaneidad en todo su esplendor. Hay policromías, relieves, parodia de la revista Life, listas de nombres, proposiciones textuales: juegos con la tipografía para decir cosas que van más allá del contenido denotado. Múltiple… se compone de litografías, serigrafías, impresiones digitales y grabados. Y casi una sala completa se la lleva Cruz Diez, el venezolano.
SALIENDO DE ESPACIO MÚLTIPLE
En una sala aledaña a Espacio Múltiple hay otra colectiva. Es D’Museo. Proposiciones abstractas reúne a un grupo diverso y bastante rompedor de artistas criollos. Uno de los pocos blogs que reseña esta exposición, Correo Cultural, reproduce lo dicho o escrito por Nicomedes Febres. Alude Febres a los representados en ella: “Desde creadores que han heredado la investigación cuadricular como Eugenio Espinoza, Sigfredo Chacón o Rafael Barrios, a gente afín a expresiones cercanas al minimalismo como Clemencia Labin, J.J. Moros o Ana María Mazzei… hasta las nuevas generaciones cuyo discurso abstracto denuncia la estética de los intentos que pretenden la destrucción de la modernidad como Alberto Cavalieri, Alí González o Luis Salazar”.
Por ejemplo, Cavalieri juega con supuestas vigas retorcidas de alguna autopista caraqueña. También están allí, en esta búsqueda-denuncia, Juan Toro, Reymond Romero, Aureliano Parra o Flix.
En Los Galpones hay, pues, galerías y encuentros, clase media que todavía no huye de Venezuela y alguna tienda de alto standing que lo deja a uno patidifuso. La palma de oro se la lleva cierta boutique del sonido donde encontrarás giradiscos que cuestan miles de dólares. Hay una planta de sonido múltiple por 13 mil dólares. Multiplique usted, ahora, por 180.
Que interesante relato
provoca ir a disfrutar de toda esa belleza.Gracias