La buena estrella de Starsky

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«El papel del dibujo» es una exposición del maturinense Starsky Brines (hijo de trinitario, de allí el apellido) que presenta GBG Arts del 26 de marzo al 5 de julio de 2015. O sea, ahorita está… Un festival lúdico de la espontaneidad que muestra la trayectoria de un mago con luz

 

Sebastián de la Nuez

Acaba de salir de allí Ricardo Benaím. Estuvo varios meses con una bella retrospectiva que contribuyó a montar su propia hija, Gabriela, quien además es directora general de GBG Arts. La levantaron para exportarla a la república del Zulia y ha entrado Starsky Brines, que hasta troncos de árbol se trajo de su casa de San Antonio.

La galería queda a la derecha apenas entras en la avenida Principal de Prados del Este. Por varias semanas estará este conjunto de trabajos en madera, en papel y/o pryectados en la pared a través de un video beam. Hay trabajos en cartulina, papel Kimberly, servilletas, tarjetas de la CANTV, fotogramas de alguna película en blanco y negro que intervino Starsky con sus marcadores o con lo que haya tenido a mano en cada momento. Ha pintado y lo sigue haciendo cada día sobre cualquier soporte. Lo ha hecho así desde hace unos años para acá. Digamos, desde los 9. Hoy tiene 37.

Hay más de cuatrocientos dibujos en una sala de lo que antes era un galpón aledaño a una venta de yates. Yates, lo que se dice yates, apenas quedan ahí al lado. Arte, lo que se dice arte, sí. Starsky se llama Starsky porque su papá seguramente veía en televisión, de joven, Starsky & Hutch. Pero más importante que llamarse así es que su mamá, que toda la vida ha sido persona humilde y muy de su casa, piensa que ese nombre le ha traído suerte.  Desde luego, Starsky es un tipo con estrella, qué duda cabe. Salió de Maturín un día, vivió por San Martín unos cuantos años y ahora lo conocen y re-conocen en Seúl, Madrid y Bogotá, y quizás en el resto del mundo también.

En GBG hay cuatrocientos dibujos y más metidos en láminas plásticas, clavadas las láminas o “bolsillos” en listones de madrea. De lo más simple. Y sus dibujos son, también, muy simples. O al menos pasan por simples. Pero detrás de cada dibujo hay una propuesta o una intención o una manera de ver el mundo.

Un gallo. Una película. O una palabra. O un autorretrato.

Starsky tiene personalidad propia, que va de su sombrero a sus manos de artista universal. Cuando uno ve algo hecho por él, sabe que es de él y que nadie más podría hacer algo semejante. A veces son collages que tienen algo de grafito, algo de comic, algo de niño que encontró unos creyones detrás de una puerta y procedió en consecuencia. Pero ojo: que sea niño no quiere decir que sea ingenuo. En todo caso, no hay la intención deliberada de serlo.

Starsky es un éxito: este domingo había gente en ese galpón reacondicionado, y de todas las edades. Starsky ha sido un éxito desde hace tiempo; desde que se hizo amigo de un señor por allá por San Martín que le conseguía cachivaches para que los pintarrajease. Era un tipo bastante pobre, bastante abandonado, bastante solidario. Para Starsky fue importante. También lo fueron Víctor Hugo Irazábal, Octavio Russo, Luis Lizardo y Abilio Padrón, quienes le dieron herramientas y lo guiaron.

 

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Dice Sagrario Berti en un texto preparado para la exhibición en GBG que “en Starsky Brines el dibujo no es anteproyecto ni boceto a concluir en obra –en una pintura o pieza escultórica, por ejemplo–; es una disciplina por sí misma, autónoma y con voz propia”.

Debe tener razón porque es su especialidad. En todo caso, en todos estos dibujos hay propuestas que guiñan un ojo y ponen al espectador más feliz que dramático. Una buena receta para el país actual, esa cierta invitación a lo lúdico.

El asunto es que Brines es codiciado afuera. Sobre todo desde que un galerista español puso el ojo en él y se ocupa de promoverlo. Se llama Luis Fernando Pradilla y tiene su galería en pleno Madrid. Y también en Bogotá.

Por cierto: se va el 16 de abril a la capital colombiana para otra individual —ya ha habido al menos dos, y múltiples colectivas— en la galería El Museo junto a Mariana Monteagudo. En Colombia ha estado, entre otras, en la feria Odeón (se escenifica en el teatro del mismo nombre).

Para Brines el dibujo es un acto, un proceso en desarrollo, una acción; un continuo performance mutable y cambiable (…). Sus dibujos son el resultado de una incesante necesidad expresiva por trazar, colorear, marcar.

Eso dice Berti sobre los soportes de papel vegetal dispuestos en la exhibición de la GBG.

¿Y Starsky qué ha dicho, a todas estas? Ha dicho que…

…ver a mi hija corretear por la casa me brinda pequeños instantes donde es posible develar el misterio que habita en los niños, cuando están viviendo en su casa de infancia. Con ello cierro ciclos y se abren otros…

Gabriela, directora. Va a explotar mellizos dentro de poco.

Gabriela, directora. Va a explotar mellizos dentro de poco.