Recuerdos de Eduardo Gregorio

Obras de Gregorio contenidas en el libro editado por el CAAM (Centro Atlántico de Arte Moderno).

Obras de Gregorio contenidas en el libro editado por el CAAM (Centro Atlántico de Arte Moderno).

Falda de alabastro ondeando por una callejuela de la misteriosa Tánger: ¿no es una imagen provocadora? Claro que el alabastro no ondea pues es materia sólida semejante al mármol… ¡Ah, pero en las manos del canario Eduardo Gregorio puede que el milagro sea posible! Botellas, botijas  y floreros de gres buscando las formas de una niña voluptuosa, un ángel que anuncia la primavera, luz negra emanando desde maternidades de ébano… Su estancia en Venezuela a partir de 1956 significó para Gregorio —junto a sus periodos en Barcelona y Tánger— un estímulo para su desarrollo como artista, por el ambiente de efervescencia creativa que halló “en el que se debatían con vigor nuevas y viejas concepciones de las artes plásticas”. Así lo cuenta uno de sus biógrafos en el libro que acompañó a la exposición Retrospectiva (CAAM, Las Palmas de Gran Canaria, 2001). Carlos Cruz-Diez, quien fue su amigo, dice en sus apuntes recogidos para ese mismo libro que fue el primer artista “en carne y hueso” que conoció y que vivía como tal. Dice Cruz-Diez que fue Gregorio quien le hizo conocer a Miro, a Tàpies y a todo el grupo de El paso en Madrid.

Se recoge también un texto de Marian Caballero y Félix Suazo que compendia aquella efervescencia caraqueña —al final de la dictadura, principios de la democracia— con datos, instituciones involucradas, tendencias y posturas como la de Los disidentes y el papel de Miguel Arroyo como promotor de nuevas corrientes.

Gregorio formó parte del cuerpo docente de la Escuela de Artes Plásticas, expuso en el Museo de Bellas Artes, fue premiado en varias ocasiones durante su periodo venezolano, que duró hasta 1963.

Actualmente, la ciudad de La Laguna le rinde homenaje con una muestra de su cerámica, sus esculturas que plantan volúmenes delicados sobre el aire blanco de un museo en la calle San Agustín. (Ver nota).

 

Aquí puede leerse un texto de Antonio de la Nuez Caballero (1915-2004) sobre Eduardo Gregorio y su amistad en Venezuela.