El domingo 18 de marzo abrió en la galería Espacio Monitor (Centro de Arte Los Galpones) la muestra colectiva El lenguaje del color. Aquí, un acercamiento a uno de los 24 artistas representados, José Luis García
Sebastián de la Nuez / Foto: Addel Perdomo
José Luis García siempre dice que él es muy visual y que lo suyo no es la palabra escrita. Uno, conociéndole como le conoce, duda de esas convicciones sobre sí mismo que suele difundir —quizás adrede para despistar, o a manera de comodín— pues bien dijo Fernando Pessoa que todo arte es una forma de literatura porque todo arte consiste en decir algo. Por lo tanto, no hay divorcio nunca entre el arte y la palabra (siempre y cuando el artista lo sea de verdad).
José Luis dice algo desde el arte y eso lo puede ver/leer cualquiera que se acerque por Espacio Monitor en estos días. Por ejemplo, dice o informa o pone de bulto que no todo está resuelto sobre el idioma del color, que la cosa pica y se extiende en posibilidades técnicas y en los propios procesos que conlleva cada una de esas posibilidades, las cuales, a su vez, pueden comprender eventuales series. En fin, corrobora que la tecnología ha venido a abrir más campo.
En principio, JL es un diseñador que juega a las bellas alianzas entre caligrafía, matemáticas e imagen, concibiendo el resultado como una proposición plástica. Por eso, el paso hacia lo potencialmente artístico, sin atender a exigencia funcional alguna, en él fue —ha sido— natural. Era lógico que terminara por exponer en una colectiva como la que ha curado Miguel Miguel García, El lenguaje del color, rindiéndole homenaje a Cruz-Diez. JL es, en este sentido, artista de toda la vida, aunque sea ahora cuando se venga a hacer una lectura en conjunto de sus experimentos (si no se ha hecho tal lectura, podría hablarse entonces de una muestra individual que la promueva).
Sabe decir las cosas, funcionales o artísticas, cotidianas o ambiguas. Sabe especular. Sabe reflexionar. Eso no lo hace alguien meramente visual. Manejar el color con ciertas premeditaciones, y hacerlo a través de unas herramientas informáticas, es una tarea intelectual.
Alguien le dijo en una página web que una de sus obras parecía una tapa de refresco. Puede ser. Pero también pudiera ser un universo contenido en unos planos cromáticos a los que ha llegado por afán lúdico, aleatorio, experimental. La impresión visual desatada por la tapa de un refresco o por la imagen nuclear de la obra del Creador pueden conceptualizarse o metaforizarse a través de una nota musical, una pincelada de luz, un palíndromo genial… o en la aliteración cromática. Solo hace falta un poco de imaginación para no quedarse amarrado a la primera impresión ante el impacto de lo visual, aun cuando esa primera impresión sea lo más figurativamente obvio.
José Luis, ya se ve/lee, sabrá dejar a sus obras espacio amplio para que tomen vida independiente, y cada quien interprete lo que a bien tenga. En la colectiva de Espacio Monitor hay, para comenzar, 24 formas diferentes de desarrollar una visión sobre las vibraciones, variaciones e hibridaciones del color. Un caballero del siglo XVI, cartógrafo y pintor, el portugués Francisco de Holanda, escribió que «la pintura es copioso tesoro de infinitas imágenes» y a la vez «memoria muy presente de lo que está por venir». Vienen como un guante, al cabo de todos estos siglos, tales definiciones. Aluden a la concentración de una plenitud heterogénea, múltiple, global, decantada a través del tiempo. Las obras expuestas en Los Galpones son multiplicidad y compendio, una esencialidad que arranca en los bisontes de las cuevas de Altamira y desemboca, quizás, en un software.
Excelente artista!….bravisimo!
Elocuente y excelente texto amigo, nos ayuda a acercarnos a cuestiones de una intención que se ve simple, pero abarca todas las disciplinas de la humanidad, he seguido el trabajo de Losé Luis desde su comienzo, y cada vez que veo su obra me deja reflexionando diferentes ámbitos de los procesos creativos y sus puestas en escena, él ha encontrado las llaves para abrir puertas que nadie se inmagina que existen, y ofrece al espectador las posibilidades de nuevos y no contestables interrogantes.
Saludos, Sebastián. ¡Tanto tiempo sin verte! Gracias por tu emotivo artículo sobre José Luis y la exposición El lenguaje del color en Espacio Monitor. Un abrazo GRANDE, Miguel
Muy buen texto Sebastián. Claro y enriquecedor. Se le podría aplicar una versión opuesta de la frase de Pessoa: toda literatura es también una forma de arte…
Pienso que la obra de José Luis García amerita ya un texto amplio que nos introduzca en el mundo del color y de la formas no solamente como fenómenos físicos sino digitales, matemáticos, algorítmicos. No te animas?
Gracias por escribir, Luis Miguel. De acuerdo contigo. Tendría que hablar eso que propones con el propio José Luis.
Ricardo, un fuerte abrazo, está bien bueno lo que dices del trabajo de José Luis.
Muchas gracias Sebastián. Quedé conmovido y —por supuesto— sin palabras frente a ti. Un gran abrazo