Hacer perceptible el dolor sin mostrarlo explícitamente: tal es el cometido expresado por Doris Salcedo (ver esta entrevista) en cada una de sus instalaciones. Ella suele describirse como una escultora al servicio de las víctimas de la violencia. Su país, Colombia, ha sido generoso en ese rubro. Sin embargo, la propuesta que ha construido para el Palacio de Cristal (Parque del Retiro de Madrid) muestra el duelo por aquellos que se han ahogado en las aguas del Mediterráneo, huyendo de situaciones trágicas, sin haber encontrado solidaridad ni comprensión en la progresista y moderna Europa. Ella, Doris Salcedo, está de acuerdo con Paul Celan al decir que «solo el lenguaje poético nos puede ayudar a desentrañar la sinrazón de la violencia». Ha decidido rendirle homenaje a esos nombres que representan vidas, pero sin grandes volúmenes, en una dimensión cambiante, evanescente, huidiza, dejando entrever la vulnerabilidad de esas vidas que se sumergieron en el mar. Gotas de agua en el suelo del Palacio de Cristal formando nombres que se suceden unos a otros; solo piedra y agua. Cada visitante debe ser cuidadoso, usar unas sandalias que dan a la entrada. Es la tenue y efímera aparición de esos nombres en el suelo lo que produce el duelo. La gente llega, pasea, se agacha o se inclina, toma fotografías. Puede que les toque, puede que los deje indiferentes. / Sebastián de la Nuez
Ver también: «Tras el llanto de las madres de los inmigrantes ahogados» (nota de la agencia EFE).
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