El Che ubicuo

Foto tomada en A Coruña el 28/1/2019.

En La Coruña (o A Coruña) llueve y escampa durante todo el día. Es una ciudad sin alcantarillas de techo usualmente gris asomada al noroeste de España en forma de península con brazos de ancho mar que llaman rías, calles tranquilas donde no juegan niños —no en esta época— y agencias de ABanca en cada esquina. Tiene su puerto y sus castillos. Sus mujeres dicen “graziñas” con mucha dulzura y, de un lado al otro por sus calles de cemento y asfalto, parece que estrenara traje nuevo. El alcalde felipista Paco Vásquez hizo, hace años, un montón de obras que han modernizado la ciudad, haciendo que se asome con gracia al mar que tiene enfrente. En la foto, una rotonda del municipio de Oleiros donde se le rinde culto a cierto argentino que sembró revoluciones fracasadas en el continente americano. Dice un gallego que ha vivido en Venezuela toda su vida que esa rotonda con su monumento costó unos 150 mil euros y que los vecinos del sector no dijeron ni pío. Este municipio, como algunos otros de la provincia, es dominado ahora por gente de Podemos. El Che, ya lo saben, vela por ellos como un  Dios de metralla y vana utopía. Todo es muy verde en A Coruña, incluso la esperanza de su buena gente. / Sebastián de la Nuez